15 may 2013

¡Cuántos ceros ..!

Desde Enero a Abril de este año 2013 (cuatro meses vencidos) transcurrieron 2.880 horas de reloj, es decir períodos de contratación en el mercado spot de electricidad y por tanto procesos de casación de oferta y demanda. De aquel total, en más de 400 ocasiones (un 15% aproximadamente) el precio resultante fue nulo: cero Euros. La razón puede verse con claridad en las curvas correspondientes a una de tales sesiones, facilitada por OMIE, el polo español del MIBEL. A este hecho le ha acompañado un número lógicamente mayor de horas (más del triple de la cifra anterior) en que el precio se situó por debajo de 10 €/MWh, aunque también es cierto que aún en más ocasiones el marginal de la casación horaria superó el valor de 50 €/MWh. Como referencia comparativa recordaremos que el precio medio del mercado spot diario durante el año 2012 se situó en las proximidades de 60 €/MWh. La volatilidad de los precios del mercado se puede poner en relación directa con el aumento de la capacidad instalada de RES y unas condiciones meteorológicas extraordinarias en términos de viento y lluvia. So far, so good.

Ahora comentaré algunas consecuencias de lo anterior. Una bastante inmediata es que la práctica totalidad de las instalaciones del régimen especial han salido del mercado buscando refugio en la tarifa fija. Para los productores de RES es una manera directa de eliminar incertidumbre y los riesgos de precios bajos (en comparación con el hábito) manteniendo una buena rentabilidad, si bien menos mollar que en épocas anteriores como consecuencia de los RRDD que tratan de embridar el despendole de las primas. Lamentablemente de esta manera se cancela cualquier posible efecto beneficioso de las RES sobre los precios de la energía en el mercado spot (las primas y ahora tarifas corren a cuenta de los costes regulados). Otro efecto de la situación expuesta es el certificado de defunción, o más precisamente de "hibernación", para un buen número de centrales de ciclos combinados, cuyo uso está siendo prácticamente nulo en las condiciones en que se desenvuelve el mercado. La hibernación de las CCG es una versión aún más postmoderna de la célebre moratoria nuclear con la que sector + Gobierno (algunos pensarán que sólo el segundo) obsequiaron a los consumidores españoles hace exactamente treinta años y que aún seguimos pagando. La hibernación prevista de los grupos de gas es casi más punk que postmoderna, ya que esas centrales existen y sacarlas regulatoriamente del mercado es lo mismo que restringir la oferta y por tanto encarecer artificialmente los precios (algo que en determinados contextos incluso llega a estar penado). Cuando un activo pierde su valor de mercado por imposibilidad de generar el cash-flow necesario para recuperar la inversión, algo ha fallado. A estas inversiones los economistas las llaman costes varados o hundidos (stranded / sunk costs) señalando precisamente el riesgo que corren los activos de quedar apartados del tráfico mercantil, generalmente por problemas regulatorios u obsolescencia. En España el drama de la inversión malograda en activos de generación suele encontrar solución o alivio en el extraño contenedor en que se ha ido convirtiendo la factura eléctrica, quizá el ejemplo más palpable del desorden regulatorio en que incurre, sistemáticamente, la política energética en nuestro país. Demasiados ceros para todos, y aún hay quien pide más ..

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